Impulsado por Naciones Unidas y desde hace más de 40 años, cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio ambiente, un tipo excepcional de encuentro internacional entre jefes de estado de todos los países del mundo, con el fin de alcanzar acuerdos sobre el medio ambiente, desarrollo, cambio climático, biodiversidad y otros temas relacionados así como concienciar a la sociedad sobre la importancia de garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales.

Nueve de cada diez personas en todo el mundo están expuestas a niveles de contaminación que superan el umbral de seguridad señalado por la Organización Mundial de la Salud.

Un poco de historia

Cuando la Segunda Guerra Mundial estaba a punto de terminar en 1945, las naciones estaban en ruinas y el mundo quería la paz. Representantes de 50 países se reunieron en San Francisco en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional del 25 de abril al 26 de junio de 1945. Durante los siguientes dos meses, procedieron a redactar y luego firmar la Carta de la ONU, que creó una nueva organización internacional, las Naciones Unidas, que, se esperaba, evitaría otra guerra mundial como la que acababan de vivir.

Ni las cuestiones medioambientales ni menos aún el cambio climático supusieron un importante motivo de preocupación durante el período inmediatamente posterior a la creación de la Organización. Durante los primeros 23 años de actividad, sus actuaciones en este ámbito se limitaron a actividades operacionales, fundamentalmente a través de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), y cuando la Organización se centraba en esta cuestión, lo hacía en el contexto de las preocupaciones más importantes de la época.

En 1949 la Conferencia Científica de las Naciones Unidas sobre Conservación y Utilización de los Recursos comenzó a ocuparse y preocuparse del uso y agotamiento de dichos recursos. Sin embargo, la atención se centraba fundamentalmente en cómo gestionarlos en beneficio del desarrollo económico y social, pero sin preocuparse por su conservación. Tendrían que pasar algunos años hasta 1968, cuando los principales órganos de las Naciones Unidas consideraron seriamente las cuestiones medioambientales y la conservación y protección del planeta por primera vez.

El 29 de mayo, el Consejo Económico y Social fue el primero en incluir dichas cuestiones como un punto específico de su programa y en tomar la decisión ( posteriormente aprobada por la Asamblea General ) de celebrar la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano.

Cumbre de la Tierra

La Conferencia Científica de las Naciones Unidas también conocida como la Primera Cumbre para la Tierra, celebrada en Estocolmo (Suecia) del 5 al 16 de junio de 1972, adoptó una declaración que enunciaba los principios para la conservación y mejora del medio humano y un plan de acción que contenía recomendaciones para la acción medioambiental internacional.

Coincidiendo con está cumbre se adopto el 5 de junio como efeméride para futuras cumbres y quedo fijada la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente asociado a su inseparable cumbre.

La declaración planteó la cuestión del cambio climático por primera vez, advirtiendo a los gobiernos que debían tomar en consideración las actividades que pudieran provocar el cambio climático y evaluar la probabilidad y magnitud de las repercusiones de éstas sobre el clima.

La Conferencia Científica de las Naciones Unidas también propuso el establecimiento de estaciones para el seguimiento de la evolución a largo plazo de los componentes y propiedades de la atmósfera, susceptibles de provocar un impacto meteorológico, como el cambio climático. Dichos programas debían estar coordinados por la Organización Meteorológica Mundial con el objetivo de ayudar a la comunidad mundial a comprender mejor la atmósfera y las causas de los cambios climáticos, ya fueran naturales o como resultado de la actividad del hombre.

2021: Reimagina, recrea, restaura

El Día Mundial del Medio Ambiente 2021 se centra en la restauración de ecosistemas con el lema «Reimagina, recrea, restaura».

Restaurar los ecosistemas significa prevenir, detener y revertir este daño, pasar de explotar la naturaleza a curarla. Para ello, y precisamente en este día, arrancará el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de Ecosistemas (2021-2030), una misión global para revivir miles de millones de hectáreas, desde bosques hasta tierras de cultivo, desde la cima de las montañas hasta las profundidades del mar.

Solo con ecosistemas saludables podemos mejorar los medios de vida de las personas, contrarrestar el cambio climático y detener el colapso de la biodiversidad.

El Día Mundial del Medio Ambiente 2021, que este año cuenta con Pakistán como país anfitrión, exige acciones urgentes para devolverle la vida a nuestros ecosistemas dañados.

Desde los bosques hasta las turberas y las costas, todos dependemos de ecosistemas saludables para nuestra supervivencia. Los ecosistemas se definen como la interacción entre los organismos vivos (plantas, animales, personas) y su entorno. Esto incluye a la naturaleza, pero también a los sistemas creados por el hombre, como las ciudades o las tierras de cultivo.

La restauración de los ecosistemas es una tarea global de una escala gigantesca. Significa reparar miles de millones de hectáreas de tierra, un área mayor que China o Estados Unidos, para que la gente tenga acceso a alimentos, agua potable y empleos.

Significa lograr que vuelvan plantas y animales que hoy están al borde de la extinción, desde las cimas de las montañas hasta las profundidades del mar.

Pero también incluye las muchas pequeñas acciones que todos podemos realizar, todos los días: cultivar árboles, reverdecer nuestras ciudades, repoblar nuestros jardines con especies silvestres o limpiar la basura de los ríos y costas.

La restauración de los ecosistemas conlleva beneficios sustanciales para las personas. Por cada dólar invertido en restauración, se pueden esperar al menos entre siete y treinta dólares en ganancias para la sociedad. La restauración también crea empleos en las zonas rurales, donde más se necesitan.

Algunos países ya han invertido en la restauración como parte de sus estrategias para recuperarse de la COVID-19. Otros están recurriendo a la restauración para ayudarlos a adaptarse a un clima que ya está cambiando.

Mensaje del Secretario General – 2021

El planeta está llegando rápidamente a extremos irreversibles.

Afrontamos una triple emergencia ambiental, a saber, la pérdida de la biodiversidad, la alteración climática y el aumento de la contaminación.

La humanidad lleva demasiado tiempo talando los bosques del planeta, contaminando sus ríos y océanos y arando sus pastizales hasta hacer que caigan en el olvido.

Estamos devastando los ecosistemas que sustentan nuestras sociedades.

En el proceso, corremos el riesgo de dejarnos sin los alimentos, el agua y los recursos que necesitamos para sobrevivir.

La degradación del mundo natural ya está socavando el bienestar de 3.200 millones de personas o, lo que es lo mismo, el 40 % de la humanidad.

Por suerte, el planeta es resiliente, pero necesita nuestra ayuda..

Todavía estamos a tiempo de revertir los daños que hemos causado.

Por ello, en este Día Mundial del Medio Ambiente, damos comienzo al Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.

Este movimiento mundial aunará a gobiernos, empresas, la sociedad civil y la ciudadanía en un esfuerzo sin precedentes por reparar el planeta.

Al restaurar los ecosistemas podemos impulsar una transformación que contribuya a alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La tarea es colosal.

Tenemos que replantar y proteger nuestros bosques, limpiar nuestros ríos y mares y hacer más verdes nuestras ciudades.

Con ello no solo se protegerán los recursos del planeta, sino que también se crearán millones de empleos de aquí a 2030, se generarán unos ingresos anuales de más de 7 billones de dólares y se contribuirá a eliminar la pobreza y el hambre.

El Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas es un llamamiento mundial a la acción.

Reunirá apoyo político, investigaciones científicas y potencia financiera para ampliar drásticamente la escala de la restauración.

Todas y todos podemos contribuir.

La ciencia nos dice que los próximos diez años son nuestra última oportunidad para evitar una catástrofe climática, revertir la mortífera marea de contaminación y poner fin a la pérdida de especies.

Por ello, empecemos hoy un nuevo decenio, en el que por fin hagamos las paces con la naturaleza y logremos un futuro mejor para todas y todos.

La poeta Jordan Sanchez insta a actuar por un mundo más verde

Jordan Sánchez, la pluma y la voz detrás del evocador poema de este año para el Día Mundial del Medio Ambiente, siempre se asegura de que su poesía en voz alta contenga urgencia pero también esperanza. Si bien el tema suele ser serio (clima, raza, el control de las armas), deja a los oyentes con un llamado a la acción y el mensaje de que las cosas pueden mejorar.

“Quiero que la gente entienda que la situación en la que nos encontramos es grave, pero siempre hay algo que podemos hacer, tenemos que mantener una actitud positiva y tenemos que actuar”, ha dicho Sánchez, de 19 años.

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