¿Alguna vez te has preguntado cuál es el impacto medioambiental del turismo en España? Hablamos de uno de los sectores económicos más importantes de nuestro país que ayuda, entre otras cosas, a la adopción de medidas para preservar los recursos naturales. Sin embargo, no todo es positivo en el sector turístico, ya que se ha convertido en uno de los más contaminantes.

Impacto medioambiental del turismo en España

Según un estudio publicado en 2017 por la Fundación Alternativas (en colaboración con Ecoembes), cada millón de turistas que recibía España consumía: 11 millones de litros de combustible, 2 millones de kilos de alimentos y 300 millones de litros de agua.

Tras un confinamiento y una pandemia difícil de olvidar, parece que el turismo se ha puesto las pilas para intentar reducir su impacto sobre el medioambiente. De hecho, cada vez son más las empresas turísticas que se están replanteando cómo son sus instalaciones y los servicios que ofrecen al turista. Un turista cada vez más concienciando, que intenta disfrutar de unas vacaciones más sostenibles y respetuosas con el entorno.

El perfil de este turista es el de un joven de entre 16 y 24 años. En cuanto al lugar de procedencia, madrileños y catalanes se encuentran en las primeras posiciones del ranking. Así lo asegura la encuesta realizada por la plataforma de reservas de viajes Omio. Y tú, ¿te consideras bastante concienciado con el medioambiente? ¿Crees que podrías hacer más?

¿Cuál es la huella de carbono de mi viaje?

No siempre somos conscientes de lo ‘caros’ que pueden salir nuestros viajes al medioambiente. Cuando cogemos las maletas y nos subimos al coche o al avión, estamos pensando más en la playa, los atardeceres y las quedadas con los amigos y menos en las emisiones de gases invernadero que generamos y que son la principal causa del cambio climático.

Se estima que, en España, cada persona emite de media unas 7,15 toneladas de CO2 al año. ¿Qué pasa cuando nos vamos de vacaciones? Que seguimos generando más dióxido de carbono de forma directa e indirecta como consecuencia de nuestras actividades.

Viajar es una actividad muy amplia e implica muchas variables, por lo que resulta difícil hacer un cálculo exacto de cuánto emitimos, pero sí podemos informarnos de qué actividades son las que más gases de efecto de invierno generan.

Consejos para disfrutar de un viaje bajo en carbono

Con los datos en la mano, ¿qué podemos hacer nosotros para reducir nuestra huella de carbono cuando estamos de vacaciones?

  • Movernos en transporte público siempre que podamos.

  • Elegir hoteles más pequeños o aquellos que nos ofrezcan soluciones para compensar nuestras emisiones.

  • Elegir platos hechos a base de plantas o reducir el consumo de carne roja cada vez que comamos fuera de casa.

  • Consumir productos locales.

  • Reservar mesa en restaurantes de desperdicio cero.

  • Rechazar las bolsas de plástico.

Cuántos árboles tendríamos que plantar para compensar la huella de carbono de nuestras vacaciones

Entre todas esas medidas que ayudan a reducir la huella de carbono, también incluiríamos la plantación de nuevos árboles, pero ¿cuántos deberíamos plantar cada uno de nosotros para generar un cambio o para compensar nuestras acciones durante las vacaciones?

Hay una empresa de mudanzas, 1st Move Internacional, que ha hecho los cálculos por nosotros, aunque en este caso solo ha tenido en cuenta las emisiones de carbono emitidas en los trayectos de avión.

Para llevar a cabo el cálculo, la compañía ha analizado un total de 20 lugares de vacaciones. Concretamente, los destinos que más se visitan desde el Reino Unido. Para cada uno de ellos han calculado la cantidad exacta de CO2 que genera cada pasajero en sus vuelos de ida y vuelta.

España es uno de los primeros destinos europeos en aparecer en la lista y desde la compañía señalan que cada viajero debería plantar de media un total de 6 árboles si se dirige a Mallorca, 5 si viaja a Tenerife o Lanzarote y 3 cuando vaya a Benidorm o Ibiza.

Si estás pensando en compensar tu huella de carbono, siempre puedes hacerlo de nuestra mano y apadrinar un árbol con nosotros. ¡El planeta te lo agradecerá!