Reciclar parece una tarea sencilla, al menos en teoría, y las ventajas de hacerlo son innumerables tanto para el planeta como para nuestra salud. Entonces, ¿por qué a estas alturas seguimos sin tener claro qué va en cada contenedor de reciclaje?

Para cambiar el mundo, es necesario acompañar las buenas intenciones con pequeños gestos, como cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes o depositar las latas de refresco vacías en el contenedor amarillo y no en la basura.

¿Sabemos reciclar correctamente?

El hábito de separar nuestros residuos no ha parado de crecer en el último año. En 2021 se entregaron para reciclar casi 1,6 millones de toneladas de envases domésticos de plástico, brik, metal, papel/cartón, según datos de ecoembes.

Al reciclar evitamos que los productos y los materiales se conviertan en residuos, transformándolos en otros completamente nuevos. De esta manera, conseguimos alargar su vida y ayudamos a preservar los recursos naturales del planeta.

Pero a pesar de llevar años reciclando y de que cada vez somos más conscientes de su importancia, todavía nos surgen dudas sobre qué productos debemos depositar en los distintos contenedores. Por este motivo, muchos de ellos acaban en el contenedor equivocado.

Por ejemplo, ¿sabrías decirnos qué va en el contenedor amarillo: el bote de desodorante o los juguetes de plástico?

Qué va en cada contenedor de reciclaje

  • Qué va en el contenedor amarillo

    Productos de higiene y limpieza, bandejas, envoltorios u bolsas, botellas con tapas y tapones, latas, bandejas de aluminio, aerosoles, botes de desodorante, tapas y tapones metálicos, briks (de leche, zumos, sopas), etc.

    En nuestra mente, hemos asociado el contenedor amarillo con los plásticos, por lo que es habitual pensar que todos los objetos hechos de plástico van a ese contenedor, pero no siempre es así.

    Importante: solo debemos tirar en el contenedor amarillo los envases de plástico, las latas y los briks. Sin embargo, nunca debemos depositar en este contenedor lo siguiente:

    • Juguetes de plástico.
    • Biberones y chupetes.
    • Utensilios de cocina, como una espátula o un escurridor.

    Cuando ya no nos sirven, debemos depositarlos en el contenedor de restos.

  • Qué va en el contenedor azul

    En él se depositan los envases de papel y cartón (folios, periódicos, revistas, libros, cajas de cartón, folletos publicitarios, papel de regalo, las hueveras de cartón…). Eso lo tenemos claro, pero en ocasiones cometemos errores por la composición de los materiales de algunos residuos:

    • El brik de leche: está compuesto por cartón, plástico y aluminio, por lo que siempre va al contenedor amarillo.
    • Servilletas de cocina o papeles sucios: deben ir en el contenedor de los desechos orgánicos.
    • Pañales: su lugar es el contenedor de restos, el de color gris.
  • Qué va en el contenedor verde

    ¡Al verde solo va el vidrio! Por este motivo, es importante diferenciar entre vidrio y cristal. Por ejemplo, en este contenedor NO debemos tirar las bombillas, los espejos, los ceniceros, los vasos o la vajilla.

  • ¿Qué va en los otros contenedores?

    • Contenedor marrón: residuos orgánicos.
    • Contenedor gris: restos no reciclables.

IMPORTANTE: La ropa y el calzado tienen contenedores específicos, pero se pueden depositar también en los puntos limpios, al igual que el aceite doméstico (en envases cerrados) y las pilas.

Otros residuos que debemos llevar al punto limpio son los restos de pintura, termómetros, tóner de impresora, CD y DVD, baterías, neumáticos…

Los medicamentos caducados o que hayan sobrado de un tratamiento y también los envases vacíos deben entregarse en el punto SIGRE que podemos encontrar en cualquier farmacia.

¿Por qué es importante reciclar?

¿Sabías que al reciclar 6 latas o briks contrarrestamos la emisión de 10 minutos de un tubo de escape? Reciclar es importante porque nos ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a ahorrar materias primas, energía y agua. Además, genera puestos de trabajo.

Gracias al reciclaje, según ecoembes, en 2020 se dejaron de emitir 1,67 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, cantidad que equivale a lo que emiten las calefacciones de 800.000 personas durante un año. Asimismo, se ahorraron 20,29 millones de m3 de agua y 6,37 millones de Mwh de energía.

Y porque si no practicamos el reciclaje en nuestro día a día, las consecuencias serían catastróficas:

  • Aumento de la contaminación.
  • Acumulación de la basura. Según un informe de 2018 de la Agencia de Protección Ambiental, las personas producimos más de 260 millones de toneladas de desechos sólidos. Sin el reciclaje, se habrían llenado los vertederos. ¿Te imaginas viviendo rodeado de basura?
  • Deforestación total por la demanda de papel que destruiría bosques enteros y acabaría con el hábitat de millones de especies de vida silvestres
  • Disminución de combustibles fósiles. Se estima que para el año 2050, la reserva ya no existirá. Esto ocurre porque las compañías utilizan estos combustibles para fabricar nylon y plástico, y si nosotros no reciclamos estos productos, esta fuente de energía desaparecería por completo.
  • Contaminación de los océanos. Los plásticos que acaban en el mar ponen en peligro la vida de los animales oceánicos, como tortugas marinas o peces. Estos pueden morir por inhalar pequeños trozos de plástico o por quedarse atrapados en los plásticos sueltos.

Los mejores consejos para reciclar correctamente

  1. Antes de comprar algo, pregúntate primero si lo necesitas.
  2. Reduce los envases o productos de usar y tirar. Opta, por ejemplo, por el consumo de productos a granel.
  3. Decántate por productos de origen reciclado.
  4. Opta por materiales más respetuosos con el medioambiente y con mayor vida útil
  5. Reutiliza los recursos textiles antes de desecharlos. Conviértelos en trapos, reutilízalos para manualidades…
  6. Repara los objetos, siempre que sea posible.
  7. Asegúrate de depositar los residuos en el contenedor correspondiente.

¿Se te ocurre alguno otro que podamos añadir a la lista?

En Bosquia estamos muy comprometidos con el reciclaje y con el medioambiente. Por este motivo, además de escribir este artículo con el objetivo de intentar aclarar las dudas que nos pueden surgir a la hora de depositar los residuos en los distintos contenedores, animamos a personas, empresas y entidades a implicarse con el entorno. ¿Cómo? Plantando árboles autóctonos que nos ayuden a compensar nuestra huella de C02.